María Elena Karolys de Verdú, una talentosa artista que nació en Quito, sin embargo, su amor por el arte comenzó en Madrid a la edad de 9 años, cuando se mudó allí con su familia. Los fines de semana visitaba el Museo del Prado y contemplaba pinturas como La Virgen de la Leche, de Greco, o Las Meninas, de Goya. Esta admiración la llevó a una carrera relacionada con la expresión gráfica. Estudió Diseño y trabajó creando libros infantiles como jefa del departamento gráfico de Editorial Santillana durante más de una década. Cuando cambió de lugar de trabajo, decidió regresar a su pasión perpetua, el arte.
Desarrolló un gran interés por la Historia del Arte, especialmente de los Maestros Antiguos y disfruta explorando museos como una verdadera experta en la materia. Trabajó en el taller de Antonio Arias, un renombrado pintor quiteño. Él, junto con otros maestros ilustradores y diseñadores, completaron su formación como artista. En los años siguientes, un nuevo desafío, la maternidad, cambió la forma en que enfrentaba el mundo y, por lo tanto, su arte, que ahora es su actividad principal y lo que le trae alegría.
La búsqueda de la belleza es su intención continúa, lejos de las tendencias contemporáneas donde el propósito de la expresión es diferente. En un mundo caótico y agresivo, María Elena encuentra en el arte el refugio perfecto y el medio más apropiado para expresar su visión del mundo de una manera única y significativa.